La Casta cuina

Desde agosto del 2017 que no hacía una receta con chocolate! Matadme. Es bien sabido que no soy muy chocolatera pero esta dejadez es vergonzosa… Me siento como cuando vas de excursión y te pones las botas de montaña y te das cuenta que te tienes que cortar las uñas de los pies cuando vas de bajada… Y no, no me miréis así porqué todos hemos tenido un momento en la vida que nos han sorprendido nuestras propias uñas de los pies! Pueda que no sea muy ortodoxo mezclar el chocolate, los postres y la higiene personal pero sabéis que aquí no encontraréis nunca coherencia ( ni saber estar, elegancia, decoro…). Como soy una mujer muy resolutiva he solucionado esta falta con esta deliciosa receta. El bizcocho es de tipo genovés, por tanto, mejor comerlo el mismo día, almibararlo y no ponerlo en la nevera (error que cometí para endurecer la capa de mermelada me quedó seco por los bordes). Este bizcocho Alexandra es una propuesta de postre de chocolate que sí funciona y prometo que no volveré a demorar tanto… Ahora sería un buen momento para recordar que mi palabra tampoco es que esté escrita a piedra… vaya, que no soy la típica persona cabezona y perfeccionista que todo lo consigue con tesón… soy más del ya veremos y la improvisación!

INGREDIENTES

• 100 gr de chocolate
• 80 gr de mantequilla
• 20 gr de harina
• 80 gr de harina d’ametlla
• 80 gr de maicena
• 4 huevos
• 120 gr de azúcar
• COBERTURA: 150 gr de mermelada de albaricoques + 100 gr de chocolate + 100 ml de nata

Fundimos en el microondas o al baño maría el chocolate con la mantequilla y reservamos. Montamos tres claras a punto de nieve y reservamos. batimos tres yemas y un huevo entero con el azúcar hasta que blanquee y triplique su volumen. Añadimos el chocolate fundido y cuando esté bien incorporado mezclamos la harina, la de almendras y la maicena. Ahora es el momento de incorporar con movimientos envolventes las claras a punto de nieve. Pasamos la masa a un molde de 20 cm y lo horneamos unos 50 minutos a 170ºC.

Una vez el bizcocho esté frío lo cubrimos con mermelada. Para que se extienda más fácilmente calentamos un poco la mermelada y para endurecerla la ponemos unos minutos en la nevera (pero muy poco tiempo que se secará el bizcocho). Finalmente hacemos el ganache. Rompemos el chocolate a trozos pequeños, calentamos la nata a punto de ebullición y lo mezclamos hasta obtener un ganache brillante. Bañamos el bizcocho con esta delicia.