Con esta entrada del blog podría dar la bienvenida a la primavera o el adiós al invierno… Os he comentado nunca como odio la primavera? Es una traidora, se pone toda soleada y bonita pero paso más fría que en invierno, con eso de que tienes que ir muy mona cuando en realidad yo aún necesito los calcetines que le robo al sr. Casta… Por eso, para despedir el invierno os propongo un cheescake con crumble de manzanas, la fruta reina de muchos meses donde no pasa nada si vas tapada y no con florecitas y sandalias. Quizás estéticamente no es precioso pero es un pecado cremoso, calórico, especiado y crujiente!!! Que alguien me pare! A ver, no es ligero, ni rápido de hacer pero es un regalo! Además, para a los que les guste los postres fresquitos es un gran campeón (yo soy más de los que se pueden comer tibios… brownies, apple pie, puddins…)
INGREDIENTES
Per la massa:
- 125 gr de harina
- 115 gr de mantequilla fría en dados
- 50 gr de azúcar
Para el relleno:
- 700 gr de queso philadelphia
- 150 gr de azúcar
- 1 tbsp de harina
- 3 ous M
- 1/2 tsp de canela
Per las manzanas:
- 3 manzanas
- 1 tsp de canela
- 1/4 tsp de nuez moscada
- 1/4 tsp de jengibre
- 3 tbsp de azúcar
Para crumble:
- 50 gr de harina
- 60 gr de azúcar moreno
- 60 gr de mantequilla bien fría en dados
Para este cheesecake he usado la receta de Alma Obregón de su libro Objetivo: Cheesecake perfecto, pero con algunas modificaciones, para empezar lo he hecho en un molde de 20 cm.
Forramos con papel de horno el molde.
Para la base más sencillo no puede ser: ponemos todos los ingredientes en la picadora, damos golpecito, hasta que nos queden unas migas y las ponemos en la base del pastel. Lo ponemos unos 10 minutos en el horno a 180ºC y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Batimos el queso con el azúcar, la canela y la harina sin incorporar aire y a poca velocidad. Incorporamos los huevos uno a uno y cuando sea homogénea ponemos la crema en el molde.
En un bol ponemos el azúcar y las especies y las manzanas cortadas en dados y las rebozamos. Las colocamos encima de la crema de queso.
Finalmente preparamos el crumble. Ponemos la harina, el azúcar y la mantequilla en la picadora y damos unos golpecitos hasta conseguir unas migas que ponemos encima de las manzanas.
Ponemos el cheesecake en el horno a 180ºC durante 30 minutos y luego bajamos el horno a 130ºC y seguimos horneando durante 40 minutos más. Dejamos que enfríe a temperatura ambiente y después lo pasamos a la nevera un mínimo de 4 horas pero éste es un postre ideal de un día para otro.
So, what do you think ?