Sólo 3 ingredientes!!!! Con sólo 3 ingredientes y dos técnicas haces un extraordinario pastel de queso que parece un olgodón, húmedo, de sabor suave… Te sentirás en una nube!!! Mejor: te sentirás un creador de nubes que mola más. También mola hacerse el interesante diciendo que lo has descubierto directamente de la blogger Ochikeron que es la que lo ha puesto de moda. Además, seamos sinceros, los pasteles de queso gustan por los quilos de queso, los litros de nata, la cantidad de huevos que crea una untuosidad brutal, sin olvidarnos del paquete de galletas con mantequilla de base… pero claro, es un poco bestia… Con este pastel te sacas el mono con la mitad de calorías. Lo único que tienes que saber hacer para hacer esta maravilla es montar las claras a punto de nieve y saber que es el baño maría. Ya está! No lo hagáis cuadrado si tenéis hijos, sería como comerse a Bob Esponja… o sí… así ya tenéis excusa para no volver a ver los dibujos: «cariño, ya no lo hacen en TV, no recuerdas?.. nos lo comimos!»
INGREDIENTES
- 150 gr de chocolateblanco
- 150 gr queso Philadelphia a temperatura ambiente
- 4 huevos M
Lo primero que tenemos que decir es que éstas son las cantidades para un molde de 18 cm, preferiblemente de cristal o almenos no desmoldable ya que va al baño maría y que todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente. Ahora sí, engrasad un molde y poned papel de horno tanto a la base como en el lateral. Realmente tenemos que engrasar muy bien o se romperá. Fundimos en el baño maría el chocolate blanco, de hecho una vez esté hirviendo el agua podemos apagar el fuego porqué con el calor residual si hacemos trozos pequeños ya se fundirá. Incorporamos el queso mientras aún está en el baño maría. Separamos las yemas de las claras. retiramos del fuego la cazuela e incorporamos las yemas. Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la crema en tres veces. Ponemos el molde al baño maría 15 minutos a 170ºC, unos 20 minutos a 160ºC y dejar en el horno otros 20 minutos con el horno apagado y la puerta cerrada. Lo desmoldamos y lo dejamos enfriar en una rejilla, después lo tenemos que tener al menos 3 horas en la nevera pero siempre está más bueno de un día a otro.
De verdad, es uno de los pasteles de queso más suaves y sabrosos que he probado. ¡Bravo!